jueves, 31 de marzo de 2011

Cap 2. Chicos Nuevos

Entré al salón de clases y decidí sentarme en una esquina. Saqué mi i-pod y me puse los audífonos. Siempre escuchaba música en artística, me ayudaba a concentrarme en mi trabajo. Escondí los audífonos con mi pelo, y, justo cuando sacaba mi libro y block de dibujo, la profesora entró en el salón.
Nos mandó a leer una página del libro y dibujar algo en nuestro block, pero no escuche muy bien las instrucciones, puesto que estaba medio ida.
Intente concentrarme en mi trabajo pero mi cabeza no quería colaborar. Mi mente se desconectó y me puse a soñar despierta un buen rato. De repente, el sueño que había tenido aquella noche se empezó a reproducir en mi cabeza:
Él me perseguía.
Estaba en un bosque, era de noche y lo único que sabía era que tenía que huir. Escuché el batir de unas alas
Corrí, corrí y seguí corriendo. Choqué con algo. ¿Qué era? ¿Una roca? ¿Un árbol? Me presioné la cabeza con la palma de la mano. Me había lastimado al caer, estaba sangrando. Miré atrás: estaba por encontrarme. Me levanté dispuesta a seguir con mi camino, y vi con que me había chocado. David.
-         Tenemos que huir- le dije apresurada-. Max viene. Por nosotros. Por mí. Él no está solo. Alas negras. Muchas.
 David me miraba con suma ternura mientras yo le agarraba la mano para echar a correr. Pero el no vino conmigo, se quedó ahí parado como si estuviera pegado al piso.
- David, ¿Qué sucede?
-  ¿Recuerdas el día en que nos despedimos?
¡Qué momento más inoportuno! Claro que lo recordaba, pero ¿Qué importancia tenía eso ahora? Además, no me gustaba hablar de eso. Siempre intentaba reprimir el recuerdo de mi mente, aunque fuera imposible. Intenté correr con él otra vez, pero sus pies no quisieron despegarse del suelo.
-         Tranquila Katherine, él no puede hacerte daño- dijo con toda seguridad.
¿Cómo que no podía hacerme daño? ¡Cómo que no podía hacerme daño! Max me había dañado de la peor forma. Me había hecho una maldición. Me había condenado eternamente.
-         Tengo lo que necesitas-continua diciendo-. Considéralo mi último regalo
Detrás de David habían dos chicos. Me sobresalté. No sabía si habían estado ahí desde el principio, o si acababan de aparecer por arte de magia, pero no creí que eso fuera importante de ninguna manera. Me ponían nerviosa.
-         ¿Quiénes…?- comencé a preguntar.
David se había desvanecido y había dejado en su lugar una rosa, mitad negra, mitad roja, y a dos desconocidos de los que no sabía nada. “Considéralo mi último regalo” había dicho.
¿A qué se refería con su último regalo? ¿Los muertos pueden hacer regalos? ¿Dónde está David ahora? ¿Existe el Más Allá? ¿Y Max? ¿Dónde estaba el? ¿A dónde iban los ángeles caídos? ¿Tenía realmente un ejército como en el sueño? ¿Y los chicos? ¿Por qué existían en realidad? ¿Por qué estaban en mi escuela? ¿Qué significaba todo esto? ¿Tendría que elegir? ¿Me libraría de la maldición? Y la pregunta más importante: ¿Encontraría alguna vez a mi verdadero amor?
Sonó el timbre que marcaba el final de la clase, interrumpiendo mis pensamientos. Me levanté de mi asiento y salí del aula. Todavía estaba pensando en todas aquellas preguntas cuando escuché que alguien me llamaba:
-         ¡Hey! Katherine, espera…-seguí caminando - ¡Oye tú!
Me volteé y vi quien me llamaba. Era Melody. Se acerco abriéndose paso entre todas las persona que inundaban el corredor.
- Ah, hola Mel-la saludé sin mucho ánimo.
- ¿Qué pasa?- pregunta ella notando mi humor.
- No es nada, solo ando un poco distraída- traté de sonreír-. ¿Y qué tal? ¿Conociste a alguno de los chicos nuevos?
- No, aún no- exclama decepcionada-. Tal vez haya alguno en nuestra próxima clase. ¿Vamos a matemática, no?
Abrí mi bolso y mire el horario. Asentí. Teníamos matemática juntas y luego podríamos ir a almorzar.
Entramos en el salón y nos sentamos en el final. Solíamos pasar las clases que teníamos juntas chismeando todo el rato así que no era muy conveniente estar al frente. Y en cuanto a nuestras calificaciones… Bueno, no es que a mí me importaran mucho. Habían pasado ya muchos años desde que dejó de importarme mi formación académica. Y Mel era la mejor alumna del curso, pero no le importaban en lo más mínimo sus calificaciones cuando había algún nuevo chisme que comentar.
- ¿Sabes? Ya conocí a uno de los alumnos nuevos- dije para iniciar conversación.
- ¡Cómo se te ha olvidado decírmelo! Te lo tenías guardadito para ti sola, ¿eh?-me dice Melody alzando un poco la voz.
- No, es solo que tuve clase con él a primera hora y lo había olvidado por completo…
- ¡Deja las excusas!- miro sus ojos curiosos-, solo cuéntame todo lo que sucedió. De principio a fin, sin guardarte ningun sucio detallito.
Oh Dios, ¿sucio detallito? ¿Qué creía Melody que habíamos estado haciendo? Solo fue una clase, solo había estado con él una hora.
- Realmente no sucedió nada. Me senté a su lado durante historia y…
- Comienza desde el principio- dijo interrumpiéndome- ¿Cómo era? ¿De qué color eran sus ojos? ¿Y su cabello? ¿Era alto? ¿Fuerte? ¿Sexy?
Pensé aproximadamente un minuto antes de responder, y durante ese maravilloso minuto su rostro inundó mi cabeza. “Katherine Hale Moore, te estás poniendo muy cursi por un chico que conociste hace solo unas horas”, me dije a mi misma.
-Vale, se llama Dereck. Viene de Canadá. Es alto y fuerte, o al menos eso creo porque vi que tenía músculos- me reí al ver como Mel se emocionaba-. Tiene los ojos azul oscuro y el pelo castaño claro, casi rubio y algo despeinado. Es muy simpático y gracioso, hablamos toda la clase. Y quiere comer con nosotras hoy- dije recordándolo de pronto.
En ese momento el profesor entró en el salón y no pudimos seguir hablando. Nos esperaba un examen sorpresa así le hice un gesto a Mel de que hablábamos luego y me concentré en el examen.

            Sonó el timbre, entregamos nuestros exámenes y salimos del salón. Nos fuimos directo a la cafetería porque Melody tenía muchísima hambre.

            -Mmm… Me provoca un Hot Dog- dice Mel con ansias-. Espero que hoy le pongan mostaza. Siempre le ponen salsa de tomate y ya. ¿Dónde está mi mostaza?
            Sonreí. Ella no entendía que no le ponían mostaza, que ni siquiera había. Pero ella seguía discutiendo por eso, aun después de todos estos años.
            -Yo creo que comeré una ensalada, hoy no tengo mucha hambre- le dije.
            Cada una agarró una bandeja y nos separamos un momento para ver que comeríamos. Luego fuimos a pagar y pasó lo mismo de todos los años…
            -¿Dónde está?
            -Disculpe señorita, pero ¿de qué habla?- le respondió la cajera a Melody.
-Señora, no actúe como si no supiera de que hablo. ¡Sé quela tienen!- exclamó Mel decidida.
-¿Qué…? Lo siento niña, pero ¿te podrías mover de la cola? Hay gente esperando- decidí interrumpir la discusión.
-Melody, querida. No hay- le dije en un susurro-, así que, por favor, no hagas escándalo.
-Pero…
-No insistas. Otro día vamos a un restaurant a comprar tu Hoy Dog con mostaza.
-¡Pero me provoca ahora!- dijo casi gritando.
-Vamos- y la jalé ligeramente para que saliera de la fila
Empezamos a caminar hacia una mesa vacía, buscando con la mirada a nuestros amigos Cloe, Chance, Lily y Stephan, y también a Dereck.
Vimos a Lily y a Dereck con otro chico que me parecía familiar. Lily los estaba atosigando. Ella estaba, literalmente sobre Dereck y le hablaba y coqueteaba con el él. Apreté un poco mi botella de agua, ¿qué creía que estaba haciendo con Dereck?
-¡Uh! Creo que alguien está algo celosa-susurró Mel mirando hacia otro lado, riendo. La golpeé en la cabeza ligeramente. De seguro había creído que no había escuchado lo que había dicho, pero lo había escuchado y perfectamente. Pero, ¿en serio estaría celosa? ¿Esto era lo que se sentía estar celosa? Y entonces recordé
Recordé como las chicas coqueteaban con David, le lanzaban miradas coquetas, le sonreían y se movían provocadoramente tratando de atraer su atención. Pero él solo me miraba. Y aún así sentía celos porque ellas sabían que él me quería, pero seguían tratando de conquistarlo. David las ignoraba y solo me miraba a mí, como hacía Dereck en ese momento.
-Vamos Mel- le dije mientras daba media vuelta-, al parecer hoy solo comeremos con Cloe, Steph y Chace- me fui a buscarlos. Melody me siguió.
Dos personas me tomaron del brazo al mismo tiempo, eran Dereck y el otro chico. Eran los dos chicos de mi sueño, así que el otro debía ser el nuevo, Peter. Decidí olvidarme de los sueños por un rato y actuar como una persona normal. Vi detrás de ellos y ahí estaba Lily mirándonos un poco molesta.
-Hey, chicas ¿a dónde van?- nos preguntó Dereck.
-Vamos a com…-empezó a decir Melody.
-Sí, porque parece que ustedes están muy ocupaditos, ¿no?-pregunté interrumpiendo a Mel, molesta.
Todos se me quedaron mirando.
-¿De qué hablas?-me preguntó Dereck. Pensó y…
-¡Oh! Ya sé- exclamó-. Estás celosa.
Note como me ruborizaba y miré hacia otro lado. Decidí enfocarme en el otro muchacho, lo miré.
-Hola, tu eres Katherine- dijo él.
No sabía si era una pregunta o una afirmación. ¿Cómo lo sabía? ¿Dereck le había hablado de mí?
-¿Y tú eres Peter?- respondí con otra pregunta.
-Correcto.
            Nos miramos. Él era muy apuesto, pero no se comparaba con Dereck
            Fuimos a la mesa donde estaban Cloe, Chance, Steph y ahora Lily, que nos miraba raro.
            -Hola chicos, ¿cómo están?- sin esperar respuesta dije:- Ellos son Peter y Dereck-los señalé
            Hice una pausa para seguir, pero Melody se me adelantó y dijo:
            -Y ellos son Cloe, Chace y Stephan- los señaló-. Creo que ya todos conocen a Lily.
            Ella les guiño un ojo y siguió comiendo. Yo volteé los ojos.
            Nos sentamos y nos pusimos a hablar de cosas sin importancia, a explicarles cómo funcionaba la escuela y qué hacíamos normalmente. Empecé a sentir algo de frío, ya estábamos a mediados de otoño y había muchísima brisa. Y yo había dejado mi chaqueta en el locker. Ignoré el frío todo lo que pude pero ya había empezado a tiritar. Peter fue el único que se percató de ello.
            -¿Quieres mi chaqueta, Kate?- me preguntó – Yo no tengo frío.
            Me la puso alrededor de los hombros antes de que pudiera contestar.
            -Gracias-fue todo lo que pude decir.
            Pude ver como Dereck me miraba de reojo, ¿estaría celoso? Decidí cambiar de tema, mucho drama por hoy.
            -Cuéntennos más sobre ustedes, ¿qué les gusta hacer en su tiempo libre?
            -A mi me encantan las películas de terror-dijo Peter-. Creó que son muy interesantes. La última que vi era sobre un fantasma que rondaba por una casa embrujada. Fue buenísima, todos los protagonistas murieron aterrorizados.
            -Yo no creo que los fantasmas sean reales. Me parece del todo estúpido- dijo Dereck, que ahora tenía el propósito de contradecirá Peter todo lo que pudiera-. Ni siquiera sé para qué hacen esa clase de películas, ni dan miedo realmente.
            -Yo estoy de acuerdo con Peter –los miré para ver como reaccionaron ante mi comentario. Peter daba la impresión de estar en las nubes muy contento, Dereck todo lo contrario-. Creo que todo es posible, que todo puede suceder.
            Antes nunca hubiera creído que todo era posible, pero ahora nada me sorprendía demasiado.
            -Están hablando puras tonterías. Los fantasmas no son reales, solo existen en películas de terror muy ridículas como esa- Mel siempre viendo todo con lógica, el problema era que no todo siempre tenía lógica. Ella se quedó pensativa unos segundos y luego  dijo:- ¡Tengo una idea genial! En las afueras del pueblo hay una casa abandonada, casi destruida. Según algunas personas de noche es terrorífica y nadie se ha atrevido a entrar en años.
            Ahora todo escuchábamos con atención. Esto se estaba poniendo muy interesante.
            -¿Qué les parece si hacemos una apuesta? Peter y Kate contra Dereck y yo. Serán los crédulos contra los escépticos- continuó Mel-. Iremos a la casa este sábado al atardecer y entraremos en la noche. Si pasa algo fuera de lo normal ganan los crédulos y si no ganamos los escépticos. El perdedor hará lo que el otro equipo quiera. ¿Les parece?
            Todos lo pensamos unos segundos y nos pareció muy buena idea, así que decidimos hacerlo.  Continuamos hablando hasta que sonó el timbre.
            -¿Qué clase tienen ahora?-preguntó Mel.
            -Yo, biología- respondimos todos al unísono. Nos miramos extrañados.
            -¿En serio?- pregunté mientras reía-. Excelente, estaremos todos juntos.
            Todos reímos y caminamos juntos al salón de biología. Encontramos unos nueve puestos vacios todavía. Caminé hasta el fondo y me senté en la esquina como siempre. Unos segundos después Peter me miró, pero Dereck fue más rápido y se sentó a mi lado sonriéndome.
            Saqué mi i-pod y tomé los audífonos, me los coloque y empecé a cantar en voz baja. Cerrando los ojos me dejé guiar por la letra de la canción para que poco después, sintiera una mirada sobre mí. Abrí lentamente un ojo, Dereck me miraba.
            -¿Qué haces?- decidí preguntarle.
            -Nada.
            Lo miré incrédula. ¿Nada? Quedárseme mirando no era precisamente hacer nada.
            -¿Por qué me miras?
            -No te miro-respondió sonriendo con esa sonrisa… Me encanta
            -¿Ah, no?
            -No, yo solo te observo- reí.
            -Y acaso eso, ¿no es lo mismo?- pregunté aun riendo.
            -Mmm…-se quedó pensativo- Más o menos- sonrió.
            -¿Y por qué me… observabas?- pregunté para seguirle la corriente.
            -¿La verdad?
            -Pues, sí claro.
            Con un movimiento rápido acercó su cara a la mía. Me puse nerviosa y sentí como se me aceleraba la respiración. Dereck desvió su cara hasta rozar mi oreja con sus labios.
            -Te observo porque me encanta tu sonrisa- susurró para después volverse y sentarse de nuevo en su asiento en el momento exacto en que el profesor entraba al salón.
            Sentí como alguien nos miraba y me di la vuelta para encontrarme con varias miradas. La de Mel, una mirada divertida y emocionada. La de Lily, que solo reflejaba rencor y molestia. La de Peter era pensativa un poco triste y algo molesta, pero no iba dirigida a mí si no a Dereck. Al final, decidí ignorar las miradas y prestar atención a la clase.
            No soy muy buena para prestar atención y mucho menos con algo que he oído un montón de veces, asi que, como de costumbre, mi cabeza se fue a pasear en un mundo lleno de sueños y recuerdos. En los recuerdos yo estaba con David, solo él y yo. En el bosque, en los jardines, en el campo, en su casa… ¡En su casa! ¡No puedo creer que no me di cuenta antes!
            La casa de la que Melody estaba hablando era la casa de David.
            No podía visitar esa casa, estaba prohibido para mí. Podía con los recuerdos de mi mente y con las imaginaciones. Pero no podría soportar ir a su antigua casa y pasearme por las habitaciones como si nada… y también estaba el hecho de que no sabía si entrar a la casa con la maldición tendría algún efecto, puesto que Max la había hecho específicamente para poder alejarme de David. ¡Oh Dios, en que lío me metí!

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Hola Chicas !!!
Aki esta el capi ;) esperamos que lo disfruten :p
Intentaremos publicar mas seguido
Graxs por leer y Graxs a Nicky y a A. J. por los premios
Y Mega Graxs x todoos sus comentariooos! :D Estamos muy felices! 
Esperamos que les guste el capii!
Comenten...
                                                             Bye, Dany y Mariu

martes, 8 de marzo de 2011

Cap 2. Chicos Nuevos ( Adelanto )

   Desperté gracias a la alarma de mi celular que sonaba sin parar, aunque no es que necesitara dormir. Así me sentía mejor, más humana, ya que, tenia tiempo para desconectar mi mente y dejarme llevar por mis sueños.

   Unos segundos después, mi celular volvió a sonar. Lo agarré y vi el identificador de llamadas. Era mi mejor amiga Melody.

 - ¿ Por que llamará tan temprano?- me pregunte a mi misma entre bostezos
 - Hola Mel. En unos minutos ire a tu casa. Te prometo que hoy si llegaremos temprano. Estoy saliendo justo ahora- le dije mientras me levantaba de la cama e iba al baño. Al menos una parte de lo que le habia dicho era verdad: estaba saliendo... Pero de la cama.
 -¿ Nadie te enseño que romper promesas no es bueno? Esta debe ser ya la octava vez que me prometes eso y nunca te has dignado a cumplirlo- la imaginé volteandome los ojos y me rei- . De que te ries? No es gracioso. Eres una perezosa y sé que mientes. De seguro ni te has levantado de la cama aun- me dijo furiosa.
Era el mismo sermón de todos los dias, asi que sabia que no estaba enojada en realidad.
  - Mel...
  -Nada de Mel- dijo imitando mi voz - esperaba poder llegar temprano. Escuché que hoy llegan chicos nuevos al colegio, muy lindos  y queria verlos antes que nadie- me dice haciendo pucheros-. Ya sabes como me gusta ser la primera en todo.
 -vale, vale, ya voy saliendo...
 -no era que ibas saliendo hace como 5 minutos
 -si, la diferencia es que ahora es verdad.
 -¡KATHERINE HALE MOORE ! 
 -Yo tambn te quiero- dije interrumpiendola -. Te veo en 10 - y colgué antes de que continuara gritandome, algún día de estos, quedaría sorda gracias a ella. 

   Así que habia chicos nuevos hoy... Debía arreglarme bien. ‎​Me lave la cara, me cepille los dientes, me peiné y fui a escoger algo que ponerme.

 Abrí la puerta de mi armario y miré toda mi ropa, esperando encontrar algo que me quisiera poner y que me encantara. Al final, decidí ponerme una mini falda blanca, un top negro y encima mi chaqueta favorita, que es azul, además de unas botas blancas que casi llegaban a mis rodillas. Me pusé un cintillo blanco y tomé mi bolso, también blanco y metí en el todos los libros y cuadernos para las clases de hoy.

   Salí apresuradamente de la casa. Caminé entre los árboles que la rodeaban hasta que llegue a la acera. Empecé a correr, estaba a punto de llover y Melody  me mataria si volviamos a llegar tarde.

   Corrí hasta divisar su gran casa. Ella me esperaba afuera con una mirada enloquecida y comía una barra de cereal.                          
  - Hola Mel - la saludé jadeando un poco - ya... ya llegué.
  - ¡ KATHERINE ! para ti ¿ que son 10 minutos ? te tardaste siglos - me dijo histerica, señalandome su reloj, solo teníamos unos 10 minutos para llegar al colegio.
  - Bueno, tranquila. Todavía tenemos 10 minutos.
  - Si, pero 5 minutos no me alcanzarán para ver a los chicos - me dijo, mientras me agaraba de la mano y caminaba apresuradamente.

    Aceleramos el paso y llegamos al colegio en siete minutos. Mel estaba desilucionda. Teniamos que ir a nuestras clases y no nos habia dado tiempo de conocer a los nuvos alumnos.
   -Tal vez tengas a alguno en tu clase, no te decepciones - le dije para animarla un poco. Melody, al escuchar lo que dije sonrió y corrió a su clase, esperando que alguno de los chicos nuevos estuviera allí.

     Miré mi horario, ahora me tocaba historia. Qué pesadilla, enserio no podía haber clase más confusa y aburrida que esta. Caminé hacia mi clase y al llegar a la puerta escuché varios murmullos y como algunos de mis compañeros señalaban disimuladamente a alguien que estaba sentado en uno de los puestos de atrás y al lado de la ventana, de seguro era uno de los chicos nuevos.

    Entré y busqué un puesto con la mirada, esperaba que hubiera uno cerca de la ventana, adoraba estar allí, donde el aire me podía refrescar y así me podía distraer un poco cuando no tuviera nada que hacer.

    Solo quedaba un puesto y era con ese chico. Me empecé a acercar un poco, hasta que levantó la mirada y recordé. Él ¡no podía ser! lo había visto en mi sueño, a él y a otro chico. Estaba segura de que era él.

    Tenía esos mismos ojos de un extraño pero encantador e hipnotizante azul oscuro. Eran hermosos. Y tenía el cabello de un castaño claro, casi rubio y algo despeinado, lo que hacía que se viera aún más lindo de lo que era. Pero no me inspiraba confiansa, el tenía algo raro, además de que había aparecido en mi sueño y eso no podía ser normal, ni siquiera lo había visto antes.

    Así que decidí sentarme en otro sitio. Pero el profesor White entró justo en ese momento a la clase. Todos tomaron asiento y yo seguía sin saber donde sentarme.
     - Srta. Hale - podría sentarse en aquella mesa con el Sr. Stewart. Él es nuevo en la clase así que enseñele todo lo que sabe.
     - Si, claro profe - no me quedaba de otra, me di la vuelta y vi como el chico me miraba y sonreía. Tenía una preciosa sonrisa, pero seguía desconfiando de él. 
  Me senté a su lado.
     - Bueno chicos - comenzó a decir el profe, iba a dar el discurso de todos los años, en el que hablaba de que este año, teníamos que esforzarnos, estudiar más y blablabla.

   Sentí como el chico me miraba. Pero no quería verlo, ni siquiera le hablaría mucho.
      - Hola, soy Dereck - se presentó y me sonrió - ¿ qué pasó, te comió la lengua el gato ? - me preguntó burlón. Lo miré divertida.
      - Pues, no. Soy Katherine - si él quería jugar yo también lo haría - sé que estás muy desesperado porque te hable, pero cariño, al menos disimula. - ahora sonreí yo.
      - Chicas - susurró y volteó los ojos. 
      - Chicos - ahora susurré yo imitandolo. Ambos reímos. Ya había olvidado mi propósito de ignorarlo, al parecer eran imaginaciones mías que él era peligroso o algo así, pero todavía tenía la duda de como lo vi en mi sueño.
      - Así que eres nuevo, ¿no? ¿ de donde vienes ? 
      - Vine de Canadá - me respondió con una encantadora sonrisa.
      - Wow - había venido de muy lejos - ¿ y ese cambio ? - no pude evitar preguntar.
      - Mis padres murieron hace muchos años, así que vivía solo y bueno, decidí que ya era tiempo para cambiar de aires y quise viajar para acá - me respondió.

   El profesor nos mando a sacar el cuaderno, para escribir unas páginas del libro que tendríamos que leer para mañana. Cuando iba a empezar a anotar noté que mi lápiz no estaba, miré mejor y gracias al viento había rodado hasta llegar al lado del cuaderno de Dereck. Moví mi mano para tomarlo y Dereck hizo lo mismo así que nuestras manos se rozaron, sentí como su piel era suave, un poco fría, pero además de eso, sentí un especie de cosquilleo. Él me sonrió y me dió el lápiz.

    Y así pasó toda la clase, entre bromas, de vez en cuando un roce, risas, algún que otro regaño del profesor y más risas.
    Sonó el timbre, lo que significaba cambio de clases. 

     - Bueno, creo que es hora de irnos - le dije con algo de tristeza mientras recogía mis cosas para ir a mi siguiente clase. Artística.
     - ¿ Cuál es tu siguiente clase ? - me preguntó.
     - Artística y ¿ la tuya ? - pregunté esperansada.
     - Matemática - dijo también algo ¿ desepcionado ? eso me hizo soreír.
     - Eso significa que nos vemos en la cafetería a la hora del almuerzo - me susurro al oído - ya no puedo esperar. - y salió del salón.

    Oh mi Dios, tengo que hablar con Melody ya. - me dije a mi misma mientras salía a mi próxima aula, algo nervioso por su acercamiento, pero igual feliz y esa desconfianza había desaparecido completamente. 

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        Hola Chicas !!! Bno aquí está un adelanto del prox capii ! ;)
 Nos alegra mucho que les esté gustando nuestra nove !  ^^
Pronto publicaremos la siguiente parte del capii ! Graxs x leer ! 
Y ya están las fotos de algunos de los personajes :D
Y eso es todo, que disfruten el adelanto ;)
                                                         Bye, Dany y Mariu !

martes, 1 de marzo de 2011

Cap 1. Maldición

Mi vida se había arruinado por esta tonta maldición.

   [Flash Back]

  1843 Saint Allen , Inglaterra.


   Una silenciosa lágrima cayó por mi mejilla.

   -   Katherine, por favor-dice David con voz suplicante-. Por favor no te pongas así

   No podía evitar sentirme de este modo. Él se iría y me dejaría sola. No podía soportar la idea de que él no estuviera.
   -   Lo siento-digo un tanto apenada-. Es solo que siento como si fueras a dejarme para siempre.
   -   No te preocupes por mí, volveré en un par de meses.

   Derramé más lágrimas. No solo estaba preocupada por el, también lo estaba por mí. Temía que al estar él fuera, me apoyara más en Max y me enamorara de él.

   -   Por favor, Katherine, deja de llorar-me mira directamente a los ojos-. Tengo un regalo para ti, pero solo te lo daré si te alegras un poco.

   Me dedicó su sonrisa de niño travieso. Eso hizo que me echara a reír. Volvió a sonreír, satisfecho.
   -   Así está mucho mejor-metió su mano en el bolsillo-. Quería darte esto, para demostrarte lo  mucho que te quiero.

   David me puso un hermoso collar que tenía forma de corazón alrededor del cuello. Era precioso.
   -   Muchas gracias, me encanta- se me ocurre una idea-. Yo también tengo un regalo para ti.

   Me miró muy sorprendido y me río de su expresión. Luego deslizé mis manos por su espalda y lo acerco a mí. Hago como si no me importara su opinión respecto a esto y pego mis labios contra los suyos. Sentí miedo a que me rechazara, pero todas mis dudas se esfumaron cuando me correspondió. Me devolvió el beso de una manera muy dulce e intensa al mismo tiempo.

   Al separarnos bajé la mirada estaba muy avergonzada por lo que había hecho. Se suponía que él decía besarme a mí y no al revés.

   Me agarró por la barbilla obligándome a alzar la mirada. En el momento en que nuestras miradas quedaron conectadas volví a quedar hechizada por el hermoso color verde de sus ojos.
    -   Me encanta mi regalo- dijo David en susurros.

   Me sonrojé al oír lo que pensaba. Me había quedado un poco nerviosa y no podía controlar mis pensamientos. No sabía si volverlo a besar o responderle algo. Al final opté por quedarme tranquila para ver que hacía él.

   Ninguno de los dos dijo nada por un rato. Al final decidí decir algo, aunque solo fuera para romper este incómodo silencio.

   -   ¿Es esto correcto?

   Él no respondió. Se quedo con la mirada perdida, pensativo. Volvió a besarme, esa era la única respuesta que necesitaba. Me relajé y disfruté del momento. Sabía que faltaba poco para que se fuera así que me dispuse a guardar cada detalle de esto en mi memoria, ya que, no iba a volver a verlo hasta que comenzara el otoño.

    -   Lo siento, Katherine, pero debo irme ahora.- eran las palabras más horribles que me había dicho.

  Se iba. Se iba. Se iba. No importaba cuantas veces repitiera esa frase en mi mente. No podía aceptarlo.

  Terminó de besarme tan dulcemente como le fue posible. Yo cerré los ojos e intenté almacenar cada detalle en mi memoria.

   Cuando volví a abrir los ojos él ya se había ido.

   Intenté mantener la compostura y no echarme a llorar ahí mismo. Fallé antes de comenzar. Mi cara se lleno de lágrimas inmediatamente. Me senté el piso, y hundí la cabeza entra las rodillas. Decidí desahogarme en vez de reprimir mis sentimientos.

   Lloré un largo rato. Puede que fueran incluso varias horas. No me importó, me sentía completamente vacía en este momento.

   Un ruido llamo mi atención por un momento, pero lo ignore, hasta que lo volví a escuchar y la curiosidad me venció. Me levanté lentamente y miré al cielo. Lo que sonaba eran truenos.

   Eran los truenos más raros que había escuchado en mi vida. Tenían un sonido muy peculiar. El cielo es iluminado por rayos. Parecía que había una tormenta en camino. Miré las rosas rojas que me rodeaban. Su hermoso color rojo estaba siendo sustituido por el negro.

   Y sentí el peligro. Tenía que correr y volver con David.

   Corrí con todas mis fuerzas, mientras mis lágrimas se derramaban por mis mejillas, sabía que él estaba en peligro, pero ya no sabía dónde estaba, tal vez ya se fue. Los arboles del bosque me acompañaban mientras corría y trataba de no tropezarme, quería escapar de aquí.

   Escuché un susurro. Me detuve lentamente. ¿Quién estaba allí y por qué en el bosque?

   Vi a alguien, estaba en el piso, me acerqué poco a poco y más lágrimas salieron de mis ojos, me tiré al suelo sobre él. Lo miré a los ojos, pero la vida ya se había escapado de ellos. No podía ser.

   -   Katherine.
   -   David, estás vivo – exclamé sonriendo pero al levantar mi rostro de su hombro, me di cuenta de que no había sido el que había hablado. Sollocé.
   -   Katherine –. Esta vez si había reconocido a la voz. Me levanté lentamente, rozando mi mano con la herida en el pecho de mi David, que sangraba.

   -   Max –. dije con la voz más fría que pude.
   -   No llores-. dijo mientras se acercaba a mí con la intención de limpiarme las lágrimas en los ojos. Pero di un paso atrás.
   -   No te acerques a mí, Max – le dije fríamente y tratando de controlar las lagrimas –. Eres un monstruo. Ya no eres mi mejor amigo. Yo ya no te quiero. Te odio, me arrebataste al amor de mi vida. – Ya no pude aguantar más las lágrimas.
   -   Pero Kate, es que no lo entiendes – me dijo con voz dolida –. Yo te amo, yo soy el amor de tu vida.
   -   No, no lo eres. Eras mi mejor amigo, te quería como a un hermano, yo no te amé, ni te amo, ni te amaré. Lo siento. Pero ¿cómo pudiste? – le pregunté arrodillándome al lado de mi verdadero amor que yacía todavía sangrando.
   -   Tú tienes que estar conmigo. Me amas, solo que todavía no lo admites. – me dijo ya un poco molesto.

   No le respondí. Habíamos estado comprometidos, porque nuestros padres lo querían, ese fue el peor error de mi vida, aceptar. Pero al conocerlo y hacernos amigos, decidimos hacernos pasar porque nos amábamos, mientras que en realidad solo éramos amigos. A pesar de que sabía que él me amaba, pero al conocer a David, supe que no le podía corresponder.

    -   No te amo – susurré-. Ya ni siquiera te quiero.

   Gritó. Fue un grito de dolor, levanté la vista para encontrarme a Max con su cabello castaño claro todo despeinado, sus ojos negros me miraban con dolor y rencor. Su camisa blanca se desgarró por completo y de su espalda dos alas como de ángeles pero completamente negras salieron.  Eran asombrosas. Hasta que lo comprendí…

   -   ¿Qué eres? – le pregunté en un susurro.

   Dudó un momento antes de decirme la verdad. Suspiró y miró mis aterrados ojos.

    -   Un ángel caído – me respondió también en un susurro.
    -   Es imposible – exclamé aún sorprendida y asustada. Nada de esto podía ser, David, el amor de mi vida no pudo haber muerto, Max, mi mejor amigo no lo pudo haber matado, convertirse en un asesino y menos que nada, ser un ángel caído.
    -   No, no lo es. Todo es posible. Hasta que me ames. – dijo mirándome.
    -   Jamás te podré amar – le dije, fría.Con toda la frialdad que pude aunque en realidad solo quería llorar, estaba destrozada. Completamente hecha pedazos.
  -   Entonces, no me quedará otra opción. Lo siento – me dijo mientras empezaba a susurrar unas palabras.

    Sentí la sangre de la herida de David que tenía en mi mano, como resplandecía. Max seguía diciendo extrañas palabras hasta que dijo algo que pude entender: “Solo podrá librarse de la maldición, del hechizo por su verdadero amor.”

    El ambiente cambió. Una extraña niebla me rodeó y me hizo perder la visión por un momento. Algo en mi estaba cambiando.

   Poco a poco la niebla se fue disolviendo y volví a ver a Max que me miraba con curiosidad.

   Una especie de lago apareció frente a mí, las aguas estaban en total calma, parecía un espejo. Me miré en ellas, pero no me podía ver bien, me miraba como si fuera borrosa. Dejé de mirar el agua y miré mi mano y mi brazo, estaba exactamente igual, pero al verme en ese espejo de las aguas, era como ver un fantasma. Empecé a llorar.

    -   ¿Qué me has hecho? – sollocé arrodillándome sin importarme que mi largo vestido aguamarina con blanco y detalles negros, típico de una princesa se ensuciara y rompiera, ya nada me importaba.
    -   No entiendo porque funcionó.- dijo más bien para si mismo. – Si yo soy tu verdadero amor, la maldición no tenía que funcionar – exclamó sorprendido y dolido. Me miró y vio como de mi mano todavía goteaba la sangre de mi David.
    -   No, no puede ser, la sangre de David. – gritó molesto y dolido.

    Lo miré sin entender.

    -   Mi corazón no te pertenece. – le dije, con rencor y dolor, me miró dolido.
    -   Ahora solo un humano podrá romper la maldición – susurró para sí mismo –. Ya no podrá amarme.

   Una lágrima cayó por su mejilla. Sus alas se abrieron y él, mi anteriormente mejor amigo, el asesino del amor de vida, desapareció sin más.

    Dejándome sola. Completamente sola, con tan solo el cadáver de mi verdadero amor y con una maldición eterna. Otra lágrima cayó, ahora por mi mejilla, seguida de otras, mientras que el cielo, acompañando mi tristeza, empezó a caer una llovizna que poco a poco se transformó en lluvia.


[Fin del Flash Back]


   Y todavía… seguía recordando a David, lo quería mucho, pero después de tanto tiempo, aún lo seguía amando, o ya no sabía si era amor o cariño. Y tan solo esperaba encontrar a mi “amor de mi vida” a pesar de no creer encontrarlo, ni que existiera, a pesar de los siglos que habían pasado.

   Esa era parte de la maldición, vivir eternamente hasta encontrar a mi verdadero amor

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     Hola otra vez !!! Bueno, aki está el 1er capii :D
Como pueden ver es una historia de romance, acción y en fin, un poco de todo.
Pronto pondremos las fotos de los personajes ;)
Esperamos que les guste nuestra historia 
Hace tieeempo que habíamos planeado hacer un blog nosotras dos y bueno ya nos animamos jajajaja
Y bueno, eso es todo. Bye
                                                                    Dany y Mariu

Hola !!! :D

     Hola a todas !!!
Bueno, nosotras somos Mariu y Dany y este es nuestro primer blog juntas.
Esperamos q les guste la historia ;)