Melody y yo estábamos en su casa. Mel tenía el control remoto en la mano y cambiaba los canales de televisión con cara de fastidio. Yo acariciaba a nuestra gatita, Luz, mientras pensaba en lo que había pasado.
Todo era muy extraño: Primero, la cosa que había poseído a Melody al principio de la tarde para ordenarme que me pusiera el collar. Luego, la voz extraña en nuestra cabeza que nos decía que obedeciéramos a Dereck. Y por último, el David raro que se me había aparecido pidiéndome que me olvidara de él y siguiera adelante.
Lo primero me ponía un poco nerviosa, podría causar desastres si tenía el collar mucho tiempo puesto, pero como no había hecho daño por el momento decidí pensar en ello mas tarde.
La voz extraña me molestaba bastante. No sabía si me estaba volviendo loca por el estrés o si en realidad había habido una voz. Intente recordar un poco como sonaba… su sonido se parecía bastante al de la voz de Dereck, pero él no podría haberme estado hablando dentro de mi cabeza, ¿o si?
Y esto me llevaba a mi tercera y más grande preocupación: David. Cuando Dereck y yo estábamos solos, había estado segura de que Dereck podía verlo también. Pero luego aparecieron Melody y Peter y el dejo de verlo… o fingió dejar de verlo. Y eso era lo que más me extrañaba: ¿Por qué Melody y Peter no pudieron notar que había un fantasma allí? O más importante, ¿Por qué Dereck si lo había notado?
Había algo raro con Dereck, me había dado cuenta. Las personas normales no podían hablar en la mente de otros, ni ver fantasmas. ¿Qué es lo que estaba mal en él?
-Kate, ¿estás bien? Luces muy preocupada-dijo Melody, en cuanto se dio cuenta de mi estado pensativo.
-Sí, no pasa nada-contesté distraída.
-Mmm… ya sé por qué estas así- dijo con una mirada perspicaz.
-¿Ah, si? ¿Y por qué será?
-Porque Dereck y yo ganamos la apuesta y ahora tendrás que hacer todo lo que él quiera.
Lo había olvidado. La apuesta. No podía dejar que Dereck me controlara todo un día, mucho menos ahora que sabía que había algo malo en él. No era justo. Estaba segura de que él había visto a David en la casa tanto como yo. Tendría que pensar en algo.
No, eso no es lo que me preocupa -dije para seguirle el juego.
-¿Ah, no?-se sorprendió Melody- ¿Y entonces qué es?
-Yo puedo mantener controlado a Dereck-dije con una mirada juguetonamente inocente-. Lo que pasa es que tengo miedo.
-¿Y miedo por qué?-ella estaba cada vez más sorprendida.
-Porque no sé si Peter podrá sobrevivir a todo un día con un monstruo como tú-vi como Melody se relajaba con mi comentario al ver que nada malo me pasaba, que todo era un juego.
Sonrió malévolamente y comenzó a pegarme con una de sus almohadas preferidas. En seguida me llevé las manos a la cabeza para protegerme y corrí a alcanzar una de sus almohadas. Le pegué en la espalda con le almohada que sostenía en la mano y ella gritó:
-¡Pelea de almohadas!
Nos divertimos muchísimo. Correteamos por la habitación de mi amiga como dos niñas pequeñas. Melody era más rápida, pero yo era la más fuerte, así que ella asestaba más golpes con su velocidad, pero yo le pegaba más fuerte haciéndole perder el equilibrio en un par de ocasiones. Al final se dejó caer por el cansancio.
-Declarémoslo un empate-dijo ella y soltó un suspiro de agotamiento.
-Tu perdiste-dije burlándome de ella como si aún tuviera cinco años. A veces era muy inmadura-. Te rendiste primero -dije, para luego agarrar la almohada y propinarle un golpetazo en la cara, como para recalcar lo que dije.
- Vale, vale, ya detente-subió las manos en señal de rendición-. De acuerdo, tú ganas. ¡Te declaro la reina de las almohadas!
Me tiré en la cama al lado de mi mejor amiga y ambas reímos. Eso era lo que me encantaba de estar con ella. Me hacía sentir normal y olvidar todas las preocupaciones para entregarme completamente a la diversión.
-Kate…
-¿Sí, Mel?-dije distraída.
-¿Sabes que puedes decirme lo que sea, no? Puedes contármelo todo.
Eso no era totalmente cierto, pero aún así respondí:
-Por supuesto que lo sé.
-Katherine…-dijo algo dudosa. ¡Qué raro! Ella nunca usaba mi nombre completo a menos que fuera algo serio o estuviera enojada-¿Me podrías decir la verdadera razón por la que estabas preocupada?
Dudé. No podía decirle lo de David. Y no estaba segura de que era lo que pasaba con Dereck, pero no quería mentirle. Después de todo, era mi mejor amiga.
-Es… complicado-empecé diciendo-. Supongo que visitar la casa me dejó un poco aturdida. Hay muchas cosas en las que pensar.
Agarré a Luz y me la puse en las piernas. La acaricié mientras miraba distraídamente a la ventana.
-Si yo te cuento algo, ¿te reirías?-preguntó Melody un poco nerviosa.
-No, adelante, dilo-ella no solía comportarse tan tímida. Algo raro estaba sucediendo. Lo presentía.
-Es que yo… Antes de entrar en la casa… Escuché- tragó saliva e intentó decirlo sin tantas pausas-. Creí escuchar la voz de Dereck dentro de mi cabeza diciendo que lo obedeciéramos-me miró a los ojos con algo de temor-. ¿Crees que estoy loca?
-No-dije sin vacilar. Sería mejor admitirlo:-, yo también la oí.
Ella no pareció sorprenderse mucho.
-Es un poco extraño, pero juraría que Peter también la escuchó.
-Sí… Yo también había tenido esa impresión.
-¿Entonces no estamos volviéndonos locas?-parecía que eso era lo que la tenía tan nerviosa.
-No creo que oír voces de tus amigos dentro de tu cabeza sea normal, pero tampoco creo que estemos locas. Habrá que averiguar más.
Melody soltó un suspiro de alivio y me abrazó.
-¡Esta semana seremos detectives en acción! Buscaremos pistas que nos ayuden a develar el misterio de… ¡El hombre encapuchado!
Las dos estallamos en carcajadas dejando todas nuestras inquietudes atrás.
-Mel, hay un problema. Dereck no usa capucha.
-¡Entonces será el Hombre Empelucado!-exclamó ella- Porque tiene bonito pelo.
Volvimos a reír. Luz maulló para reclamar nuestra atención.
-¡Oh! Luz, lo siento. Te habíamos olvidado. Tú serás nuestra arma secreta. Te usaremos para… (Redoble de tambores)… Despeinar al Hombre Empelucado.
Y así pasamos el resto de la noche. Ninguna de las dos durmió. Jugamos mucho con Luz e inventamos más planes ridículos para despeinar a Dereck.
Cuando amaneció, Melody y yo bajamos a la cocina a desayunar. Sus padres estaban de viaje durante un mes y sus hermanos (tenía uno mayor llamado Edmund, que siempre era muy amable conmigo y uno menor llamado Alexander que había venido al mundo a molestarnos a Melody y a mí) debían de estar en casa de algunos amigos porque mi amiga y yo estábamos solas en la casa.
Mel agarró dos rebanadas de pan y las metió en la tostadora, mientras yo habría el refrigerador y sacaba un jugo de naranja, mermelada de frambuesa para las tostadas y una manzana para cada una.
Nos sentamos en la mesa a comer. Luego, Melody agarró el control remoto del televisor de la cocina, lo encendió y puso un canal de noticias. Como no había ninguna noticia interesante que ver, volvió a concentrar su atención en la tostada.
-¿Y qué vas a hacer hoy?-pregunté solo para hablar de algo.
-Querrás decir: ¿qué vamos a hacer hoy?-me corrigió ella- No esperarás que pase todo el día sola cuando ambas estamos libres.
-Vale, ¿qué haremos hoy?-dije.
-No lo sé… ¿Te parece si vamos a comprar algunas cosas para Luz? Necesitamos comida, un lugar para que duerma (no quiero que se acueste en el piso), algo de ropa y accesorios…
-Espera, ¿¡ropa!? –la interrumpí-¿Para qué necesitamos ropa? Es una gata.
-Pero tiene que estar a la moda-replicó Mel.
-Está bien, ¡pero tú pagas!
-Vale, ¿te parece si luego vamos a ver una película?
-Muy bien, pero necesito que me prestes una chaqueta. No tengo más ropa.
Terminamos de comer y subimos al cuarto de Melody otra vez. Ella se vistió con una falda negra y una camisa manga-larga de color morado. Me prestó una chaqueta que combinaba con mi atuendo y agarro un suéter negro para ella. Agarré a Luz entre mis brazos y salimos.
La tienda quedaba a veinte calles de la casa de Melody, y como no teníamos carro (ni permiso de conducir) tendríamos que ir a pie. Cuando llegamos estábamos algo cansadas, pero al mismo tiempo ansiosas por poder pasar todo el día juntas, comprando y en el cine. Sería un día perfecto.
(…)
Salimos de la tienda de mascotas con muchísimas bolsas en las manos. Habíamos comprado una cesta con unas cuantas cobijas para hacerle una camita donde dormir, una caja de arena y muchas prendas de ropa (que solo fueron compradas porque Mel quería usar a Luz de modelo).
Luego entramos en una tienda de accesorios. Melody se probó todo tipo de lentes oscuros frente al espejo, mientras hacía muecas raras. Escogió los dos que más le gustaron y los compró “para usarlos en nuestra misión secreta”. También compró un sombrero negro que parecía para “espías” y unas pulseras con aspecto de relojes para “comunicarnos durante la misión”.
Después de pasar toda la mañana y parte de la tarde comprando, nos acercamos al cine para ver que estaban pasando. Había una película de drama (que no tenía ganas de ver), una de acción (que parecía muy aburrida), dos de comedia (que no parecían tan malas) y una de terror (a la que no entraría ni aunque me estuvieran obligando).
Fuimos hacia la taquilla para comprar nuestras entradas. Habíamos decidido ver una de las comedias. En la fila, justo en frente de nosotras, habían dos chicos que todavía estaban discutiendo sobre la película que irían a ver. Al parecer, uno prefería la de acción y el otro la de terror:
-La de acción se ve mucho mejor. Es más entretenida y además es la secuela de mi peli favorita-dijo uno.
-Pero la de terror me gusta más-dijo el otro, quejándose como un niño pequeño- Se trata sobre el apocalipsis y el infierno. Sobre los ángeles caídos que traicionaron a Dios. Además las pelis de terror son más de hombres.
El primer chico iba a replicar, pero apenas había abierto la boca cuando alguien dijo:
-Las películas de terror no son solo para hombres -era Melody, que por supuesto, andaba escuchando conversaciones ajenas- A nosotras también nos gustan- ese comentario no tenía sentido, puesto que hace solo unos días, ella había estado en desacuerdo con Peter porque le parecía que las películas de terror eran basura.
-¿Y tu quién eres?-preguntó el primer chico.
-Soy Melody, pero pueden decirme Mel. Y ella es mi mejor amiga, Kate. ¿Y ustedes son…?
-Yo soy Mathew-dijo el chico número dos. Era alto, moreno, tenía los ojos negros y profundos, como si la noche pudiera caber dentro de ellos y también tenía músculos bien marcados-, pero pueden decirme Matt.
-Y yo soy Christopher-dijo el número uno. Era igual de alto que su amigo, pero de tez pálida, pelo rubio y con los ojos del mismo azul eléctrico que el cielo en un día soleado-, pero llámame Chris.
-¿Quieren entrar a ver la película con nosotros?- preguntó Chris. Parecían amigables.
Miré a Mel en busca de una confirmación y ella asintió.
-De acuerdo, ¿ya decidieron que peli van a ver?-pregunté yo.
-Pues… pensábamos ver la nueva película sobre el apocalipsis, pero no creo que sea para señoritas tan delicadas como ustedes, así que…-dijo Matt.
-¡Delicadas! ¿Yo, delicada?- dijo Mel indignada- Veremos cada segundo de la peli. ¿Cierto, Kate?
-Yo… Tal vez los chicos tengan razón-no quería ver una película sobre ángeles caídos en este momento en que mi “vida” parecía estarse complicando tanto debido a la maldición- Mejor vemos si hay otra.
-¡No seas cobarde! –dijo Mel- Vamos a verla con ustedes-dijo, ahora dirigiéndose a los chicos.
-Tu amiga no parece estar de acuerdo contigo-dijo Chris.
-Eh… Este… Yo creo que me voy… Porque tengo cosas que hacer… Mejor vayan ustedes tres-dije algo dudosa.
-¡Vamos, Kate!-exclamó Melody- Ambas sabemos que no tienes nada que hacer. ¿Por qué no quieres ver la película con los chicos?
No me podía creer lo que Mel estaba diciendo. Parecía alterada de alguna manera. ¿Por qué me estaba obligando a quedarme? La agarré por la muñeca y nos alejé un poco de los chicos para que no nos escucharan.
-Dime qué te pasa- le ordené. Mi amiga se estaba comportando extraño.
-¡Kate, me gusta Matt!-confesó ella.
-¡Pero si lo conociste hace menos de cinco minutos! ¡Será que te parece atractivo o algo por el estilo!
-No, no, no. No me estas entendiendo. No es solo que me parece lindo. Es que hay algo diferente en el. Algo que me atrae. ¿Me entiendes? ¿No lo sientes también cuando ves sus ojos?-preguntó ilusionada.
-No…
-Por favor, Kate-me miró con ojos suplicantes-. ¿No podrías hacer esto por mí? ¿Qué te cuesta quedarte durante dos horas sentada viendo una estúpida película? No quiero quedarme sola con ambos chicos.
-Vale, si estás tan desesperada…-acepté de mala gana.
Nos acercamos otra vez a los chicos. Melody, con una expresión radiante en el rostro y yo, con cara de fastidio y resignación.
-¿Y entonces?-pregunto Chris- ¿Las señoritas decidieron si van a ver la película?
-Sí, veremos la peli con ustedes, pero me darán sus números de teléfono- así Melody no tendría que llevarme con ella cada vez que quisiera hablar con Matt. Solo lo llamaría, Chris y yo quedaríamos completamente fuera de esto y no tendría que ver una maldita película como esta otra vez.
-Está bien. Les daré nuestros números de teléfono si ven TODA la película con nosotros-dijo Matt, y le guiño un ojo a Mel.
Compramos las entradas y entramos a la sala de cine. No sé por qué, pero sentí, que las próximas dos horas serían interminables.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola Chiks! Como estan?? ;)
Aki esta el Cap 4!! Esperamos que les guste!!
Sorry por la tardanza!!
Intentaremos publicar mas seguido!
Graxxxs por sus comments!!! Nos hacen muy felices :)
Comenten plis!
Bye, Dany y Mariu